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5 Lecciones sobre el Cambio en las Empresas que Desafían Todo lo que Creías Saber

17/10/2025 | Jorge Sánchez López

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¿𝐘 𝐬𝐢 𝐭𝐞 𝐝𝐢𝐣𝐞𝐫𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐲𝐨𝐫𝐢́𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨𝐬 𝐨𝐫𝐠𝐚𝐧𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐧 𝐜𝐨𝐧𝐝𝐞𝐧𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐚𝐥 𝐟𝐫𝐚𝐜𝐚𝐬𝐨 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐬𝐢𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐳𝐚𝐫?

No es por falta de recursos, ni de talento, ni de intención. Es porque seguimos atacando el problema con las herramientas equivocadas, repitiendo fórmulas que ya han demostrado no funcionar.

Estamos hartos de escuchar promesas de transformación que suenan bien en PowerPoint pero se desinflan en la realidad. Cambios que se imponen como dogmas, que nadie entiende, que nadie quiere… y que acaban enterrados en el cajón del olvido.

𝙋𝙚𝙧𝙤 𝙚𝙡 𝙘𝙖𝙢𝙗𝙞𝙤 𝙧𝙚𝙖𝙡 𝙣𝙤 𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩𝙖. 𝙎𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙩𝙧𝙪𝙮𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙙𝙚 𝙙𝙚𝙣𝙩𝙧𝙤.

Y para lograrlo, hay que estar dispuesto a romper mitos, incomodar egos y desafiar lo establecido.

Tras años en las trincheras, he aprendido que las verdades más poderosas sobre el cambio son también las más contraintuitivas. Aquí te comparto cinco lecciones que no encontrarás en ningún manual, pero que pueden transformar por completo la forma en que tu organización evoluciona.

Prepárate. Esto no va de procesos ni de metodologías. Esto va de personas, de mentalidades… y de decir lo que nadie se atreve a decir.****

Estamos cansados de oírlo: iniciativas de cambio que se anuncian con bombo y platillo para acabar fracasando, sintiéndose como una imposición sin sentido o, simplemente, desvaneciéndose en el olvido. La frustración es real.

Pero, ¿y si el problema es que hemos estado enfocando el cambio desde una perspectiva equivocada?

Hola me llamo Jorge Sánchez y he pasado años en las trincheras ayudando a empresas a evolucionar, encontrado verdades sorprendentes y contraintuitivas sobre lo que realmente funciona. Olvida los manuales y prepárate para descubrir cinco lecciones que desafiarán todo lo que creías saber sobre el cambio en las organizaciones.

1. La señal de alerta más peligrosa: Cuando te dicen que "todo va bien"

Parece lógico pensar que una empresa sin problemas aparentes es una empresa sana. ojo con la frase "aquí no hay problemas, todo va bien" es el mayor indicador de un problema oculto y profundo. Esta afirmación revela una "incompetencia inconsciente": la organización ni siquiera es consciente de que necesita mejorar.

Esta negación de la realidad es una de las señales más peligrosas porque anula cualquier posibilidad de evolución. Cuando un equipo o sus líderes no son capaces de identificar áreas de mejora, significa que han dejado de buscar activamente la excelencia.

Cuando me dicen, "en nosotros no tenemos ningún problema, todo va bien", digo [...] aquí hay trabajo. Si empiezo a frotarme [las manos], es que aquí hay trabajo.

Esta falta de autocrítica es una amenaza directa para la supervivencia a largo plazo. En un mercado que cambia constantemente, la empresa que cree que ha llegado a la perfección es la primera que se quedará atrás, incapaz de adaptarse porque ni siquiera ve la necesidad de hacerlo.

2. Deje de perseguir la productividad: El verdadero motor es la felicidad

En un mundo obsesionado con las métricas, los KPIs y la eficiencia, es fácil perder de vista el motor que impulsa todo lo demás: las personas. La lección más humanista que os comparto es que el propósito final de la transformación no son las herramientas o la optimización de procesos, sino ayudar a las personas a ser más felices en su trabajo.

La conexión es directa e innegable. Un empleado que se siente realizado, motivado y feliz no solo es más productivo, sino que desata su creatividad y su compromiso. La felicidad no es un beneficio secundario del éxito; es su causa fundamental.

El liderazgo deja de ser una cuestión de control y supervisión para convertirse en un ejercicio de habilitar, motivar y crear un entorno donde las personas puedan encontrar su propósito y disfrutar de lo que hacen. La felicidad se convierte en la estrategia de negocio más rentable.

3. Cuidado con el "Efecto Cuñado": El error más común al intentar cambiar

Todos lo hemos visto. Una empresa de la competencia implementa una nueva metodología y, de repente, todas las demás quieren hacer lo mismo. A esto, lo llamo el "Efecto Cuñado" o el "Efecto Gerente": la tendencia a copiar ciegamente las estrategias de un igual ("lo que hace el vecino", "lo que hace la competencia") sin entender el contexto, sin preparación, sin medir los resultados. y, lo que es peor, improvisar sin tener experiencia sencillamente pensar en ser un iluminado experto o yo tengo un amigo que lo hacer por la mitad.

Esta mentalidad de "copiar y pegar" está destinada al fracaso.

En lugar de generar una transformación real, lo que consigue es afianzar los malos comportamientos y generar frustración. Demuestra una falta de visión propia y la incapacidad de la organización para encontrar sus propias soluciones a sus problemas únicos.

4. Olvide los sistemas y procesos: La verdadera batalla está en las mentalidades

A la hora de transformar una organización, existe una clara jerarquía de dificultad. Lo más sencillo es cambiar los sistemas: implementar un nuevo software o comprar una nueva máquina es, en esencia, una cuestión de dinero. Un poco más complejo es cambiar los procesos, ya que requiere formar a las personas para que adopten nuevas formas de trabajar.

Pero el verdadero desafío, el más complejo y fundamental, es cambiar las mentalidades.

Un ejemplo real que viví ilustra a la perfección. En un servicio de parking para un aeropuerto, fue fácil implementar un sistema de reservas online (sistemas) y definir los pasos para recoger y entregar los coches (procesos). Lo realmente difícil fue cambiar la mentalidad de los conductores: pasar de "soy un chófer" a "doy un servicio". Este pequeño cambio —un "buenos días, que tenga un buen viaje" o ayudar a un cliente a subir una maleta al coche— fue lo que más costó lograr, pero también lo que tuvo un mayor impacto en la satisfacción del cliente.

5. El cambio es una imposición; la solución es una colaboración

Una de las mayores tensiones en cualquier proceso de cambio es la sensación de imposición. Nadie quiere que le digan lo que tiene que hacer.

Sin embargo, la realidad es que la necesidad de cambiar a menudo no es negociable; es una imposición del mercado, de la tecnología o de la propia supervivencia de la empresa.

La clave para que la gente acepte esta realidad ineludible es hacerles partícipes activos en la creación de la solución. Se trata de "cocrear el cambio". El método que utilizo consiste en identificar y formar "agentes del cambio" internos, gente "de las trincheras", para que la transformación sea propiedad del equipo y no dependa de una figura externa.

Esta dualidad es poderosa. Reconoce la inevitabilidad del cambio, pero al mismo tiempo empodera a los equipos, dándoles la oportunidad de diseñar su propio futuro en lugar de sentirse víctimas de una decisión ajena.

El cambio real, el que perdura y genera un impacto positivo, es un proceso profundamente humano y, a menudo, contraintuitivo. Va más allá de las herramientas y las metodologías para centrarse en la felicidad, la mentalidad y la colaboración. No se trata de copiar a otros, sino de encontrar un camino propio, cocreado por las personas que forman la organización.

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Estrategía de imitar 0 voto(s)
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Ignorar mentalidades 0 voto(s)
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Cambio impuesto 1 voto(s)
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Aportaciones y comentarios

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Juan Palacio 18/10/2025 20:54

Me encanta lo del “Efecto Cuñado” :-D A veces viene de la mano de consultorías milagrosas de "copia - pega" sin analizar el ADN de la empresa. Creo que el cambio no se puede vender en una caja sin escuchar y comprender a la empresa.